sábado, 16 de febrero de 2013

Capítulo 12

Lucas estuvo pensativo durante todo el día. Se había despedido de las chicas en cuánto había podido (no se marchó antes por educación). En casa, apenas comió y se encerró en su cuarto. Puso su grupo favorito, All Time Low.
She pulled on his hand 
with a devilish grin 
She led him upstairs,she led him upstairs
Left him dying to get in...
Cerró los ojos. Sólo le apetecía hablar con Lena. La añoraba, cada fibra de su ser le dolía ante su recuerdo.
Por eso no podía dejar de insistir. Si le dijeran que Lena sería más feliz sin él, no dudaría en alejarse, pero necesitaba y necesitaría saber más de ella, ya fuera directa o indirectamente.Y, en este caso, prefería que fuera directamente.
Lena era como un libro con una portada hermosa y una sinopsis atrayente. Lo que había leído le había gustado pero todavía quería más.
Sacó una libreta de la mochila, arrancó una página y comenzó a garabatear palabras sin sentido.
Casi al final de la tarde cogió su móvil  y llamó a Lena, sin pensar en lo que hacía. Un par de tonos después, su interlocutora cortó la llamada.
Por lo menos ese día renunció a hablar con Lena. Se fue a dormir temprano, con la cabeza hecha un lío.



***

En su casa, Lena pasó la tarde acurrucada en la cama, con una manta, con los ojos cerrados y una suave música de fondo. No era lo que solía escuchar pero era justo lo que necesitaba. 
Antes de acostarse, se obligó a preparar todo para el día siguiente. 
Sus sueños estuvieron poblados de pesadillas. 
La primera imagen que acudió a su cerebro al mirarse al espejo fue la de un zombie, con la cara descompuesta y asquerosa. Suspiró y se metió en la ducha.
Veinte minutos después, bajó a desayunar. Sentía el estómago revuelto y no quería comer nada aunque se vio obligada por sus padres.
Bien abrigada, salió de casa lo suficientemente temprano como para evitar a Lucas, si es que este se le acercaba.
Por la calle todavía no había nadie. Respiró, aliviada. Paró el tiempo suficiente para colocarse los cascos que siempre llevaba en la mochila y poner una música con la que sentir que todo iría bien.
Llegó a las escaleras del instituto y casi se desmayó al ver a Lucas. Se giró esperando que no la hubiera visto. ¿Qué hacía él allí? No tenía escapatoria. 
-¡Lena!-le llegó su voz, que tanto le había fascinado en un primer momento.
Notó como se acercaba. No podía hacer otra cosa que resolver ese asunto cuanto antes.
-¿Qué tal tu jaqueca?-supo, por su tono de voz, que no se había creído una sola palabra. 
Por supuesto que no,Lucas era demasiado inteligente para creer una excusa tan ridícula.
-Genial, gracias por preocuparte.
El patio empezaba a llenarse de gente y el chico mostró una mueca de fastidio.
-Acompáñame a clase, tengo que hablar contigo-pidió, intentando no sonar brusco.
Lena leyó en sus ojos que no estaba dispuesto a rendirse. Ella sí, así que lo siguió.
Entraron en su clase y él se sentó sobre una mesa;ella permaneció de pie. 
Lucas aprovechó su ventaja, había pasado horas pensando que le diría.
-Quiero que me cuentes qué es lo que ha pasado-exigió. 
Lena se quedó de piedra. Se espera cualquier comienzo menos aquel. Resultó directo y arrollador. 
Lucas, al ver que ella no hablaba, sintió que había sido demasiado brusco. 
-No quería decirlo de la manera que lo he hecho, pero me preocupo por ti-suspiró. ¿Acabaría siendo una declaración de amor?
-Lucas, me conoces desde hace muy poco tiempo, no puedes preocuparte realmente-Lena comenzaba a notar como la inseguridad se extendía por su cuerpo, paralizándola.
-¿No puedes ser importante para mí? Lena, estoy hablando en serio.
-Déjame en paz-gruñó, dándose la vuelta y alejándose en dirección a la puerta.
-¡Esa no es la solución!-le gritó cuando ella empezaba a alejarse por el pasillo.
Se detuvo y se giró. Sus ojos oscuros mostraban un brillo especial al hablar.
-¿Y cuál es entonces? No hay solución. 
-Todo tiene solución-murmuró, con la certeza de que ella lo había escuchado.
Lucas sintió el impulso de acercarse y abrazarla, de susurrarle que todo iría bien. Se veía tan desamparada  parada en ese desangelado pasillo. 
-Por favor, confía en mí-le sonó a súplica.
Lena cerró los ojos. Si se hubiera dejado llevar por sus emociones, habría corrido hacia Lucas y lo habría abrazado, habría creído que nada volvería a ir mal. En cambio, no se movió de donde estaba y puso la expresión más gélida que pudo componer.
-Sólo te pido que me dejes en paz. Olvídate de esto, yo haré lo mismo-consiguió no transmitir sus sentimientos en el tono de voz. 
Vio en la mirada del chico que lo había herido pero se dijo que eso le evitaría mucha sufrimiento a la larga. 

4 comentarios:

  1. Quiero saber que pasa. Lena le oculta algo y quiero saber que es. Me encanta como se pone esto. Siguelo y no noa dejes en intrigs

    ResponderEliminar
  2. Hola, me pasaba por aquí, como de costumbre, para decirte lo mucho que me encanta tu historia y lo enganchadísima que estoy a cada palabra que escribes, sea en la historia que sea *-*
    Sigue escribiendo así de genial^^ Adiós :D

    ResponderEliminar
  3. Olvidarse no! Insiste, niño! LENA Y TÚ ACABARÉIS JUNTOS Y YO SABRÉ QUE LE PASA A LENA o me enfado y no escribo :3

    ResponderEliminar
  4. ohhh cada vez mas interesante, dios se que acabran juntoooooos
    aun no sé qué oculta lena HBSDBH3RVHT4
    Un beso cielo, me encant!

    ResponderEliminar